El Crypto.com Arena vivió una de esas noches que se quedan grabadas. Los Los Angeles Lakers se impusieron 129-119 a los Dallas Mavericks en un duelo clave de NBA Cup, resultado que les permite avanzar a la fase de cuartos como uno de los equipos más en forma del Oeste. El partido fue un intercambio constante de golpes ofensivos, decidido en el último cuarto con la grada de pie.
La gran figura angelina fue Austin Reaves, que firmó 38 puntos, uno de los mejores registros de su carrera, castigando desde el triple, atacando el aro y sumando tiros libres en momentos clave. A su lado, Luka Dončić –en este escenario jugando para los Lakers en la reconstrucción reciente del equipo– añadió 35 puntos y 11 asistencias, completando una exhibición ofensiva conjunta que, según Sportsnet, sumó 73 puntos entre ambos.
En la pintura, Deandre Ayton aportó equilibrio con 17 puntos y 8 rebotes, dando presencia interior y segunda oportunidad en ataque. Su estado físico era una de las incógnitas previas de la jornada, pero las últimas actualizaciones indicaban buenas sensaciones sobre su recuperación y así lo confirmó en pista.
Los Mavericks, por su parte, resistieron durante tres cuartos con un esfuerzo colectivo en anotación y momentos de acierto exterior, pero se vieron superados en el tramo final, cuando la defensa de los Lakers apretó líneas y el público empujó cada posesión decisiva. Las estadísticas oficiales recogieron la incapacidad de Dallas para frenar el uno contra uno de Reaves y la lectura de juego de Dončić en los aclarados.
Austin Reaves celebra la victoria de los Lakers
Con este triunfo, los Lakers aseguran su pase a la siguiente ronda de la NBA Cup, sumando una nueva señal positiva a un inicio de temporada donde también destacan en la clasificación de la Conferencia Oeste. El equipo llega a diciembre con confianza, un núcleo sano –salvo molestias puntuales en el parte médico– y la sensación de que puede competir contra cualquiera en partidos a vida o muerte.
En Dallas, la derrota alimenta las dudas sobre el encaje de piezas y la consistencia defensiva, en un contexto donde la presión por resultados es alta y el margen de error, muy pequeño. El duelo deja una fotografía clara: hoy, el impulso competitivo y anímico está del lado angelino, mientras los Mavs necesitan ajustes si quieren reengancharse a la lucha seria por títulos.
